Este domingo, descansando después de una semana intensa de evaluaciones, notas y suspensos, de dos partidos de fútbol importantes, el sábado y el domingo, más otro del tenerife (ya no para olvidar, sino para mandarlos a plantar papas), me deleité con una película, a través de youtube, que supongo que será ya conocida por muchos liberales de por aquí: La Rebelión de Atlas, de Ayn Rand, (que curiosamente no ha sido doblado aún al español, ni aquí, ni en sudamérica).
LA PELI ENTERA Y SUBTITULADA
Como sólo la película aborda la primera parte, busqué el libro (en internet) y he estado leyendo la novela estos días (1007 páginas, para un buen rato). Como supongo que ya sabéis, el libro está impregnado de la filosofía objetivista de la autora. Y saco esto a cuento debido a una noticia que acabo de ver en mi diario digital de cabecera, Libertad Digital (que no se si será el mejor, pero para mi me vale, y he aprendido bastante). La noticia habla de el anuncio de la autora de dejar de escribir libros debido a la descarga ilegales de sus últimas novelas, que supera a las ventas de los mismos.
Quizás sea hora de que los verdaderos creadores de riqueza empiecen a ponerse en huelga (lo que la verdad, sería algo interesante, pensar que todos o la gran mayoría de empresarios cerraran por un día toda actividad, o por una semana, ni tráfico aéreo, ni de mercancías por la carretera, ni abriendo los mercados ni tiendas, las farmacias cerradas, los taxis y autobuses parados, aquí en Canarias con las navieras sin sacar los barcos, y un largo etc que cada uno puede imaginarse)
Lo dicho, una pequeña rebelión de una gran Atlas de nuestra literatura.
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